Si fue el destino quien nos separó,
¿porqué culparle?, al final el fue tambien quien me permitió
conocerte; y conocerte ha significado uno de los mas grandes placeres
de mi vida.
Como olvidar aquel primer día que te
ví, con tu mirada en otra parte, como perdida, y en un momento se
encontró con la mía y fue un momento tan maravilloso, tus ojos
brillantes como una aurora boreal que se asoma al cielo , así se
clavó tu mirada en mi corazón. Quién lo diría, aún ahora al
cerrar los ojos de vez en cuando me encuentro con ella y empiezo a
recordar todos los momentos. ¡Ah!, disfrutando de un ocaso mientras
una suave brisa acariciaba nuestros rostros, teniendote a mi lado, y
sintiéndote tan distante, que ironías las de la vida.
Acompañándote a tu casa en una
ocasión y tu preguntándome si no tenia que irme ya, tal vez
preocupándote por mi, tal vez con deseos de que te dejase sola, tal
vez solo preguntabas... aún así prefiero creer que fue la primera y
no importa realmente, por que cada segundo a tu lado para mi era
irremplazable, tan valioso como un cristal de zafiro, incluso más.
Guardo tántos recuerdos como mi mente
lo permite, pero quiero seguir a tu lado y tener mas recuerdos que
cuando sea viejo pueda recordar, y entonces recordando recuerde
cuanto te amo... jaja, suena algo confuso, confuso como un niño que
no distingue el bien y el mal, confuso como yo cuando me preguntaba
si eras para mí.
Me traes tantos recuerdos, me provocas
tantas emociones y alborotas mis sentimientos tan solo con pensarte.
Princesa... solo quiero disfrutar de la sinfonía que nace cuando se
besan nuestros labios, cuando te susurro un “te amo” al oido y te
abrazo. Amor mío, ojalá fuera para siempre... pero hasta que duré
igual será perfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario