17 de febrero de 2012

Donde acaba lo azul

LAS BESTIAS MALDITAS I
Aquí empieza una historia, una historia larga o corta, bella quizás, ya ni sé, lo único que se viene a mi mente ahora es que me encontraba tirado en el pasto en un lugar conocido por mí. Un lugar seguro, mirando al cielo cuando atravesó por mi cabeza una idea, un pensamiento que quizás jamás debió haber sido concebido por mi cabeza, no por su naturaleza, sino por los hechos que desataría. Una nube cruzó el cielo y al desaparecer sólo quedó lo azul. Un infinito azul. A lo que mi mente desgraciadamente pensó, ¿porqué no puedo ver lo negro desde aquí? es decir, de aquí en la tierra al espacio ya no hay nada, ¿entonces porqué no se ve negro? Lejos de pensar ideas científicas como la atmósfera mi mente se envolvió en pensamientos lejanos.

En el lugar donde acaba lo azul y empieza lo negro no es visible para nosotros, es más, no podía imaginarme como se ve ese lugar, ese cambio de color, ese brinco, esa transición. Fue entonces cuando de entre los árboles que rodeaban la pradera miré una bestia, me miraba fijamente pero no le di importancia, aún no entiendo por que, solo seguí pensando en ese lugar infinito donde acaba lo azul del cielo, ¿qué hay ahí? ¿qué no quieren que veamos? quizás es la energía que mueve al mundo, o satélites de países extranjeros que investigan lo que hacemos, o el inconsciente colectivo universal, o algún tipo de seres vivos, quizás ahí están las pleyades esperando bailar con lo semi-dioses, o alguna escena que los humanos no deben ver.

Sumiso en mis ideas estaba cuando ya no había nada, ni calle, ni humanos, ni nada, solo la pradera infinita y el profundo azul del cielo con todo y sus nubes y estelas, con todo y su Sol y sus misterios, fue entonces cuando empezó mi viaje, mi viaje a la tierra de las bestias.

No hay comentarios: